lunes, 26 de abril de 2010

La celeridad que asusta...

La honestidad nos puede liquidar. La rapidez del mundo lo hace sin duda. Vamos a aplicar ambas en este comentario, a ver si quedamos incólumes después de todo.

Seamos sinceros, en este mundo quien aplica el utilitarismo a su actividad diaria, regularmente tendrá éxito; quien además lo acompaña de pragmatismo, tiene una ruta decidida hacia el triunfo en su quehacer económico político o social. La celeridad del mundo nos exige ser prácticos, rápidos y efectivos, para ellos requerimos tomar decisiones sin muchos ambages. Quien además tenga la capacidad de decidir rápido y mejor, también tendrá ventaja, quien además tenga inteligencia para hacerlo frecuentemente, tendrá toda la ventaja. La fórmula se cierra con un condimento polémico, como el glutamato monosódico de la comida china: la carencia de moralidad ética de índole socialista, ecologista o espiritual incluso. Y cuando hablo de ética socialista me refiero al pensar en los demás y pensar en la sociedad, de la misma manera como pienso en mi interés egoísta. El individualista, el que piensa en sí mismo como centro de todo lo que hace, normalmente será un capitalista convencido y un liberal empedernido. Pero esta preparación de la receta es otro tema.

No hablo de ser mecánico, tecnócrata o materialista, me refiero a ser práctico, rápido y pensar primero en lo útil. Las universidades ya no forman personas críticas, excepto las del Estado, porque el sistema les exige celeridad, salir rápido a trabajar y convertirse en pieza del engranaje comercial. La gente prefiere un video, la película, antes que leerse un buen libro, con paciencia y paz interior.

El mundo es una carrera de esclavos que le permiten a unos pocos sentarse en las Bahamas, Fiji o Guanacaste a disfrutar de un buen libro.

La celeridad me asustaba, tantas almas urgidas, dando vueltas como trompo, alrededor de decenas de objetivos y metas que siempre cumplirán a medias. Algunos despertarán un día y se verán al espejo para decirse: "Puta, ¿tan rápido se me fue la vida? Y posiblemente tenga una gran casa, una piscina afuera y consolador porque ya nadie lo querrá por lo que tiene, porque ahora ya no es nada.

El capitalismo nos quiere así, corriendo, siempre trabajando, sin tiempo para el libro, para irse una semana a la montaña y cabalgar, para navegar en un río con destino desconocido sobre una balsa simple, sin poder jugar horas y horas con nuestros hijos, hasta que llueva y nos empapemos y embarrealemos, hasta que nos duela reírnos. Después de 37 veces de darle la vuelta al sol en esta tierra, me he convencido de eso.

La celeridad ya no me asusta, porque es un miedo superado. También me tomaré unos días para tomar una decisión, para hacer algo que podría hacer en una hora, para leer un libro de esos muchos que tengo pendientes. Incluso me sentaré a fumar un cigarro en paz, si me quito con él 5 minutos de vida, al menos debo disfrutarlo tranquilo. Quizás pronto ya ni siquiera esté fumando...

Y usted, ¿correrá mañana de nuevo a resolver los problemas que el mundo no tiene? ¿O lo hará con los de verdad, con los que tienen que ver con los demás, con los de sus hijos y su futuro emocional, social y humano? Quizás mañana Crucitas se convierte en una prioridad para usted, antes que acusar un compañero para serrucharle el piso y ganarle el puesto...

5 comentarios:

RobertoArce dijo...

Me viene a la cabeza la famosa frase "cada quien es dueño de su destino", mas con esta visión, es claro que es un destino predeterminado hasta cierto punto.
Hay que seguir los rieles existentes, de otro modo es poco probable tener éxito y salir avante.

Los valores, el jugar limpio se ha perdido. La ley del más fuerte es la que impera ahora.

Concuerdo con gran parte del cometario, difiero en la creenciaobservación de las universidades privadas. Como testigo y con conocimiento de causa, puedo asegurar que sí se forma un pensamiento crítico, que las famosas "humanidades" en las estatales ya se empiezan a implementar en las privadas.

Se dieron cuenta que para poder estar a la altura de la educación estatal, debían mejorar y añadir más allá que lo de la disciplina únicamente.

Sin embargo, los rieles de la vida son otros, y hacen que eso quede en el olvido.

La sociedad se ha puesto a merced de un patrón poco provechoso. A merced de las de oro y las de platino y de ser posible las "black" (sí las tarjetas de créditos que llenan muchos vacíos.).

roche dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Antonio Fernandez dijo...

Este individualismo es una ilusión Geovanny, muchos le conocen como esclavitud solapada.

Yo no culparía al capitalismo, culparía a la globalización.

Dicen que una persona que tiene tantos problemas, no sabe cual resolver. Los medios de comunicación nos bombardean de problemas y nos hacen sentir inútiles.

La tecnología nos resuelve problemas superficiales sin mucho esfuerzo, y llegamos a pensar que todo es así.

Tanta tecnología y tanto conocimiento a manos de tan pocos.

roche dijo...

Me gustó lo autentico del relato no el fondo obviamente. Por que hay que aceptar que los experimentos socialistas mas ambiciosos no lograron descender el paraíso a la tierra.

Por otra parte hay Ideólogos (la vanguardias que llaman) en ambos lados y en ambos lados habrán los seguidores simples seguidores, los que trabajan, los que tienen esperanza de un futuro mejor independientemente del sistema político y si queremos ser sínicos les podemos llamar los engañados o los soñadores.

Sin embargo yo veo mayor potencial en un sistema que se preocupe por reforzar los derechos individuales del ciudadano a uno que quiera tomar las responsabilidades de un grupo de individuos por mas buenas intenciones que tengan.


Yo prefiero el capitalismo, y creo que mas allá de individualista soy egoísta:
“What is good for me is right” y esto significa no aceptar ningún tipo de abuso corporativismo o de aquella persona que quiera abusar de su poder.

Con respecto al bien común, si es que algo como "Bien común" existe o puede llegar a existir yo diría que es la intersección entre mis intereses (mis libertades individuales) con las ganas de alguien de hacerle el bien a la humanidad (cuales quieran que sean sus intenciones y lo que quiera significar para la libertad)

Yo no creo que la polarización tenga que ser mala cada quien trata de mover el pendulo hacia el lado que cree que le conviene. Esperemos que no nos radicalicemos mucho para que no sea atravez de una mirilla de un rifle la única forma en que nos podamos volver a ver


Saludos,

Geovanny Debrús Jiménez dijo...

Mi amigo Roche, respeto que estés claro en tu egoísmo capitalista, como lo decís.

Mi comentario no dice que el socialismo sea la solución, siempre a los que defienden el capitalismo se les olvida que hay muchos grises, formas intermedias en el campo ideológico como la socialdemocracia mejorada. Pero no se trata de eso, el tema es otro.

Vivir en celeridad, en rapidez y desesperación a la usanza actual no motiva mucho al desarrollo humano individual, en eso diferimos. Crecer como individuo no es tener todas la prerrogativas como individuo, el crecimiento individual también se puede dar desde los valores, y esos pueden ser de índole social, como la preservación ambiental, el solidarismo, entre muchos otros. De hecho, los valores son sociales en su mayoría, excepto el individualismo o el egoísmo en sí mismos, que han sido considerado antivalores.

Muchos como vos no están solos, pero prefieren verse a partir de la soledad, de la individualidad como la forma preferida de vivir y ver el mundo.

No creo en ello.

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