viernes, 2 de abril de 2010

Películas, política y pueblo...

La mayoría de películas en la actualidad juegan con tópicos (lugares comunes o temas trillados) de los cuales podemos sacar cosas curiosas. Por ejemplo, usted puede ver que en las épicas o aventuras siempre hay una parte del pueblo (grupos) que traicionan a los "héroes". Desde Corazón valiente hasta hoy siempre ha habido malinches, traidores que desde dentro gestan las derrotas de quienes aspiran a los valores más humanos o justos.

La historia no se aleja mucho de la ficción que se basa en ella. Siento que hay dos condiciones para que un pueblo no apoye una lucha contra el status quo: la ignorancia o que en realidad el mal no sea tan visible.

Los gobiernos más inteligentes de la tierra han sabido dar atolillo con el dedo a sus pueblos, como dicen: han robado pero en la medida precisa como para no provocar la ira de las masas. En Venezuela el robo fue mucho, a la par de un pueblo semi educado que reaccionó e implantó un régimen socialista. Ahora los abusos del régimen podrían, incluso, hacer volver al capitalismo liberal.

En Costa Rica algunos aspiran al socialismo, pero en este país es utópico. Las elecciones anteriores han dejado claro que la gente no tiene una idea de los conceptos ideológicos, que el pueblo es ignorante de las propuestas políticas y su voto lo entrega por razones mediáticas o publicitarias, es decir, esos mitos que se construyen a lo largo de la campaña. Laura era mujer y liberacionista, eso le bastó y le sobró. Ottón era hombre y cascarrabias. Otto era agresor y radical. Entre los dos apenas obtuvieron lo mismo que Laura. Nada que decir.

¿Por qué siempre hay pueblos que se venden por migajas del pan cuando podrían tener emparedados de pavo completos? Ignorancia, educación defectuosa, desmantelamiento de un sistema educativo que enseñe a pensar y analizar. El PLN instauró en Costa Rica un sistema de educación crítico, las universidades tenían humanidades (las privadas ahora no y han absorbido la mayor cantidad de estudiantes), tenían libertad de cátedra y predominaba la educación pública libre e independiente del gobierno. La educación privada es un negocio y nunca pasó de ahí.

Ahora el PLN varió y ya nunca podrá devolverse porque lo lincharía el poder económico a quien se supeditó desde los ochenta (desde el primer gobierno de un millonario liberal en la era posterior al 48: Óscar Arias Sánchez).

En Costa Rica, seamos sinceros, nunca habrá un cambio sustancial mientras el liberalismo económico siga expandiéndose en la educación (haciendo "ignorante alfabetizado" al pueblo) y el mal político no sea tan grande, es decir, que le quite a la gente su alimento y necesidades materiales básicas. Mientras el pueblo esté bien amansado y tenga mucho trabajo, como autómata, estará al menos tranquilo, aunque nunca contento. Al menos podrá berrear cuando quiera...por el momento.

1 comentario:

Antonio Fernandez dijo...

Me gustó el comentario sobre la situación de Costa Rica.

Yo he estudiado a fondo los sistemas políticos comunista y capitalista.

Ambos han sido utilizados por grandes potencias para lograr imperialismo.

China es un claro ejemplo de la ignorancia, Deng instauró un sistema capitalista bajo el nombre del partido comunista, poco a poco y la gente no se dió cuenta.

Yo creo que ambos sistemas son utópicos, y en realidad deberían ser complementarios.

El exceso de individualismo genera caos y diferencias sociales muy marcadas, el exceso de solidaridad genera esclavitud.

Yo creo que ningún partido tiene la capacidad de hacer algo por CR.

Nunca quedarse estatico, hay que tener visión, y evolucionar los sistemas. El capitalismo le ganó al comunismo ruso, pero ahora enfrenta un enemigo natural, contaminacion del medio.

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