miércoles, 5 de mayo de 2010

Y la vergüenza qué es...

A pesar del 90% en contra de la designación de Ofelia Taitelbaum como Defensora, ella se instauró y ahí está haciendo que hace, perpetuando el burocrático e inerte funcionamiento de esta institución. Ya está anulada. Ya sabemos que la Sala IV tuvo la mismo suerte, ahora es la Sala 5 (Arias) contra apenas 2 del pueblo y la Ley. Ahora la Procuraduría General de la República, a pesar de que el 89% del pueblo se muestra en contra del proyecto Crucitas, defiende también los intereses de esos pocos aliados al descaro arista.

Aún podemos recordar, no sé hasta cuándo, de la época en que las instituciones eran regidas y funcionaban por líderes independientes moral y éticamente, así como de presidentes costarricenses que RESPETABAN la división de poderes y no se atrevían a influir o tratar de hacerlo en esos contrapesos democráticos. ¡Qué chiste creer que eso sea posible ahora! ¿Verdad? Y hay quienes defienden lo bueno de que eso suceda alegando gobernabilidad, vaya descaro.

No estamos lejos de que se haga un referendo, por ejemplo, sobre un tema como Crucitas y, ante el gane de la mayoría que se opone a la destrucción ambiental, un presidente plutócrata como Arias influencie al TSE para desconocer el resultado. NO ESTAMOS LEJOS. Y habrá ilusos inconcientes, mercaderes de la patria y la sociedad, que defiendan ese actuar. No estamos tan lejos, así lo decíamos hace unos diez años cuando hablábamos de la posibilidad de que la Defensoría dejara de ser un ente de control independiente.

Usted lo sabe. La Sala IV, la Defensoría, ahora la Procuraduría, la Asamblea, la Contraloría incluso, solo son independientes en temas NO económicos, o que no impliquen fuertes intereses económicos, en otras palabras, que no afecten los intereses de Óscar Arias y compañía.

Y sus funcionarios, como ahora los de la Procuraduría, ya no tienen vergüenza ética, ya no defienden al pueblo quien les paga, sino que se doblegan a esos poderes. Estamos en la Costa Rica donde debemos preguntar ¿qué es la vergüenza? ¿Con qué se come eso?

4 comentarios:

Antonio Fernandez dijo...

Falló la gente, no falló el sistema. El sistema sigue siendo social demócrata pero lleno de corrupción.

El problema es que la oposición real de Arias es menor al 1% de la población.

Geovanny Debrús Jiménez dijo...

NO mi amigo.

Tenés una labor mi ardua para convencerme que el sistema actual es socialdemócrata, por mucho estás equivocado.

Y no es el 1%, es tampoco podrías comprobarlo. La oposición es amplia, dependiendo del tema. Ahora bien, si te referís a la cantidad de gente que se manifiesta y actúa contra Arias, pues es habitual, pero oposición es mucho más.

Desde el Muro de los Lamentos dijo...

El problema es como lo dijo Ricardo Jimenez "en Costa Rica no hay escandalo que dure 3 dias " y lo vemos claramente en casi todo el panorama politico nacional .
El que un politico demuestre incapacidad , corrupcion y manejos fraudulentos y dudosos es visto tan corrientemente por la mayoria de la poblacion que hace que parezca que hemos perdido la verguenza y la capacidad de asombro y de eso se aprovechan los politicos de turno .
Saludos de Housecr

Geovanny Debrús Jiménez dijo...

Es cierto amigo House, el pueblo también debe asumir la responsabilidad de lo que tiene.

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