Cuando uno mira el mapa de la Tierra, puede pensar en los miles de millones de años, décadas y centurias que se tardaron para que los continentes actuales se formaran. Dicen los teóricos de la geología que primero estuvo Pangea con Panthalasa (un solo continente y un solo mar), luego Laurasia (norte) y Gondwana (sur), y de ahí surgieron, poco a poco, luego de movimientos tectónicos, volcánicos y demás, nuestros continentes.
Y si vamos más allá nos encontraremos con el Big Bang de Stephen Hawkings. Y más acá con el origen de la vida según Oparín, que inició aparentemente en una alga azul verdosa, un organismo unicelular.
Al rato estaremos en el Paleolítico, luego en el Neolítico, pasaremos por las edades de cobre, bronce y hierro, pasearemos en la Prehistoria y estraremos a la Historia con la invención de la escritura cuneiforme. En la historia estaremos en la Edad Antigua, con imperios como el chino, el indio, el mesopotámico, el egipcio, el persa, hasta llegar al romano que inicia la Edad Media, con la Revolución Francesa la Edad Moderna finaliza e inicia la contemporánea.
Hace 62 años Costa Rica iniciaba la Segunda República, después de una guerra corta que eliminó de la faz de este país la violencia de los ejércitos, y la opresión y abuso social de la estúpida fuerza física y del poder económico que predominó en la Primera República, que se dejó ver en la masacre genocida de la Conquista y la Colonia del país y de América, después de 1492, cuando Colón llegó a América, España nació de los reinos de Castilla y Aragón, y se liberó de 7 siglos de opresión y guerra contra los musulmanes; los moros, del otro lado del Mediterráneo, donde alguna vez los persas dominaron la navegación para conquistar territorios enteros, amenazar a los griegos y romanos, haber nacido en la Babilonia de los ríos Tigris y Eufrates, territorios donde algunos especulan estuvo el Edén de los hebreos, donde pastaron los primeros humanos (provenientes de Lucy, la Australopitecus afarensis, la más vieja conocida), que compartieron un tronco común con los monos, el de los primates, mamíferos formados de alguna especie que surgió del mar, donde alguna vez primero existió el alga azul verdosa, donde alguna vez se formó por primera vez el agua, originadora de la vida en este planeta que al principio tuvo un solo continente, que nació de la explosión de un sistema solar más grande, que venía en expansión, desde el big bang.
Mientras tanto, en Costa Rica, todavía, después de todo eso, seguían discutiendo si podrían (y cómo) formar un grupo para manifestarse (emulando la #SpanishRevolution), contra los abusos del neoliberalismo actual; de una clase política que de repente vino a recordarnos que antes existieron todas esos tiempos del pasado, donde la violencia, la confrontación, el individualismo, el egoísmo, la competencia entre primates, la ley del Talión (el ojo por ojo y diente por diente), el imperialismo a cualquier costa humana, el salvajismo primigenio para sobrevivir, el poder concentrado en unos pocos, entre otros aspectos afines, aún es posible en nuestra sociedad humana.
Mientras tanto, en Costa Rica empezamos el retroceso de la historia, de la que no quisimos aprender.
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