sábado, 25 de junio de 2011

Tener la razón es no tenerla

Este no es un mundo racional, aunque lo pretenda.

Por mucho tiempo me ha costado enfrentar a las personas tratando de argüir razones o argumentos, es casi como un caballo de batalla, o mi espada única. No obstante, hemos llegado a un mundo donde la razones en lugar de convencer, asustan, y a veces me siento víctima de esas circunstancias.

No han sido dos ni tres situaciones en que me he presentado a alguien dándole razones suficientes, que a cualquier juez imparcial convencerían, pero que son liquidadas con expresiones como "no me interesa lo que diga", "diga lo que diga, no es así", "no quiero escucharlo, usted (ad hominem) es así o asá". El debate es cansado y la gente le rehuye, en la mayoría de casos lo que te ganás es un insulto bien puesto.

Y es que quizás la razón no está en tener la razón, sino en manipularla a nuestro antojo y conveniente. Quizás la razón está en la razón de mejor quedarse callado y no disentir, como un ejercicio de sobrevivencia. Quizás la razón no existe, y es solamente un acercamiento que tenemos, una brujería como dijo Andreski -uno de los más acérrimos críticos de las ciencias sociales y su pretendida cientificidad-, para engañarnos y fingir que somos más que los animales.

Estamos en el tiempo del cuestionamiento de la razón por sí misma, de la razón en sí misma, y de la razón como arma; en una sociedad donde una especie de razón instrumental se impone, en un ejercicio de poder. La filosofía se sobrepone a esos juegos de poder, pero la gente mientras tanto sigue pensando que tiene la razón, que ella es poderosa, cuando en verdad es el arreglo de ella el que nos puede persuadir, convencer o llevar por el camino. En todo caso, siempre estará la violencia, cuando la razón es tan fuerte que los detentadores del poder le tengan miedo.

Tener la razón es no tenerla.

3 comentarios:

Adri/Acer/Tapada dijo...

Me parece muy linda la reflexión. He pensado en esto muchas veces.
Lo triste es que la gente no sabe conversar... en vez de hablar con alguien, hablan con sí mismos prestando la mínima (casi nula) atención a lo que los otros tienen que decir.
No tener razón se toma como un insulto, desde pequeños nos enseñan que para ser respetado hay que tener la última palabra, la verdad absoluta. Y no es así... hay derecho a equivocarse gente!! Equivocarse significa aprender, muestra humildad y por tanto, signos de un ser humano íntegro.

Adrian dijo...

mae nadie es dueno de la razon creo que hay gente que sabe por experiencia eso si, pero hay tanta gente en este mundo que todo mundo parese diferente de verdad, elproblema del mundo es que hay demasiada gente y la razon perdio la razon.

Geovanny Debrús Jiménez dijo...

Cierto Adri, equivocarse es parte de una buena reflexión. La razón perdió la razón dice Adrián, buena frase para un poema, eso es lo que digo quizás.

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