sábado, 10 de enero de 2015

Figueres Presidente... paradoja de las filas cerradas.

Me sorprendió. Figueres anuncia que quiere la presidencia DEL PLN. Pero cientos de personas se le avalanzan diciendo que jamás votarían por él. La gente no lee ahora ni siquiera el título de una noticia, eso es cierto, pero además me sorprendió. No el anuncio, no la noticia, sino la reacción de la gente.

Excepto los asambleístas del partido, nadie puede votar por Figueres para presidente de su partido. Pero los foristas en redes me hicieron ver algo más: "Y qué sigue" (después de la Presidencia del PLN). Mucha gente no necesitó terminar de leer el título, porque presume que la intención del exmandatario es conseguir la de su país. ¿Entendía la gente que se trataba de una votación interna del PLN o se lanza en rechazo inmediato presumiendo, o simplemente asume -sin terminar de leer ni comprender- que es un anuncio hacia la Presidencia de la República. Creo que ambos, muchos no leyeron y no entendieron, otros tantos lo asumen como una "intencionalidad eventual".

Queda en claro que la gente, principalmente la oposición y sus baterías político-electorales, no van a permitir ni medio respiro a José María Figueres Olsen. Ellos quieren dejarlo en claro y lo logran. La tiene muy difícil junior si piensa que este pueblo de redes sociales se quedará esperando que él salga un día, preparado y organizado, diciendo que va por la Presidencia. Las filas están cerradas.

Uno podría pensar de inmediato que el plan es elemental, mi querido votante: "soy presidente del partido, reorganizo, conquisto sectores (arismo y arayismo) y negociamos en unidad de partido, logra legitimidad partidaria y recupero, por inercia, al liberacionismo de color". Ahí ya lograría una base, esperada desde la historia electoral, de un 20-25% de los que sí votan en el país. Luego las ínfulas del liberacionismo que vuelve tendrán mucho por decir y mover en el país: todo herido siempre quiere recuperar su lugar, el lugar que presume le corresponde.

Por supuesto que la oposición, el antiliberacionismo (muy fuerte en redes sociales), lo presume y no se deja enredar. Hoy muchos jóvenes, no todos, me enseñaron que saben leer sucesos políticos, aunque no lean títulos. Paradoja.

A Figueres Olsen hoy le dijeron lo que obviamente sabe como buen estratega: hay un sector de jóvenes y gente de centro-izquierda que no lo quiere en el poder. Y ocupará más que troles pagados para convencer a esas decisivas redes sociales que general y transmiten un caudal de opinión pública bastante considerable en la estrategia electoral. Lo primero será ver si su partido lo quiere como líder, como ese líder que quiere convencer, pero que tiene un pasado y un partido que no le ayudan.

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